El Congreso en juego por Lic. Noel Chapire

Las próximas elecciones nacionales están definiendo el accionar de la mayoría de los espacios políticos a nivel federal, especialmente en los frentes mayoritarios que buscan disputarse bancas clave para la toma de decisiones sobre los destinos institucionales de Argentina.

En 2025 estarán en juego 127 bancas de la Cámara de Diputados y 24 del Senado de la Nación. Entre las provincias con mayor representación se destacan Buenos Aires, CABA, Santa Fe, Córdoba y Mendoza. En cuanto a los senadores, se eligen tres por distrito electoral, aunque no todas las provincias renovarán estos cargos; entre las que lo harán se encuentran Chaco, CABA, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego.

Si analizamos la distribución de las bancas por frentes políticos, el principal en disputa es el peronista, que pone en juego 68 diputados y 14 senadores. Le siguen el PRO (que disputa 24 diputados y 2 senadores) y la UCR (18 diputados y 4 senadores). El resto de las bancas está en manos de partidos provinciales o locales.

¿Cómo se reestructurará el PJ?

En los últimos tiempos, hemos sido testigos de una reestructuración dentro de los sectores justicialistas, tanto los que se ubican más a la izquierda como a la derecha, pero que se identifican como peronistas. Esto ha generado acercamientos y discusiones internas. Recientemente, el acto de Máximo Kirchner y los sectores cercanos al “kirchnerismo” duro criticaron la propuesta de "componer nuevas canciones" del gobernador bonaerense Axel Kicillof, antes considerado parte del núcleo duro de Cristina Fernández de Kirchner. Kicillof, por su parte, desmintió cualquier conflicto interno en una entrevista con La Política Online, afirmando: "No es momento de candidaturas, por varios motivos. Todos sabemos que dada la envergadura de Cristina, esa es una decisión que toma ella y que generalmente no comparte hasta que ocurre. Entonces no tengo información para darles".

La reciente marcha universitaria del 2 de octubre dejó señales de unidad y acercamientos. Por un lado, Cristina Fernández, desde el balcón del Instituto Patria, volvió a encontrarse con su militancia en la calle, siendo crítica del gobierno de Javier Milei y demostrando que su palabra sigue siendo central dentro del espacio político. Por otro lado, Sergio Massa hizo su segunda aparición pública después de perder las elecciones presidenciales frente a Milei, y se mostró abrazando al dirigente Guillermo Moreno, exsecretario de Comercio de Néstor Kirchner.

No cabe duda de que el frente que más tiene para perder es el peronismo, aunque también es el que más expectativa genera para posicionarse como una oposición fuerte frente a las políticas del gobierno de Javier Milei y sus colaboradores. Los ciudadanos que no comparten las ideas del gobierno están a la espera de una opción electoral que funcione como un contrapeso en el poder legislativo frente a las decisiones del Ejecutivo. Sin embargo, antes de eso, el frente deberá alinear sus liderazgos y discutir sus horizontes.

¿Cómo influirán las internas en La Libertad Avanza?

La segunda gran incógnita es si La Libertad Avanza, como espacio que más tiene por ganar y menos por perder a nivel legislativo, podrá resolver sus internas y llegar a acuerdos con los sectores de la llamada “oposición blanda” para conquistar las bancas necesarias que le permitan legitimar sus decisiones en los poderes de la República.

Al discutir las listas, algunos allegados al gobierno sugieren que Karina Milei, hermana del presidente y "jefa" política del partido, podría encabezar una lista, poniendo nuevamente el apellido Milei en las boletas. Sin embargo, esta idea ha sido criticada por sectores más moderados, que ven en esta estrategia una reminiscencia del esquema Néstor-Cristina Kirchner, algo que rechazan fuertemente. Victoria Villarruel, la vicepresidenta, también se perfila como una candidata con buena imagen positiva y alta intención de voto, aunque en las últimas semanas han surgido rumores de conflictos entre ella y Karina Milei.

Por otro lado, la atención también se centra en el PRO y la UCR, quienes enfrentan la posibilidad de conformar un frente electoral con La Libertad Avanza o con el justicialismo. Estos partidos, que se posicionan más al centro del espectro político, están siendo castigados por la polarización que generan los extremos ideológicos, lo que dificulta la aparición de terceros actores o "grises" políticos.

Nadie sabe cómo reaccionará el electorado. El 56% de apoyo que Javier Milei obtuvo en noviembre del año pasado parece estar debilitándose. Diversas consultoras han registrado una caída abrupta en la imagen positiva del presidente por primera vez en sus diez meses de gobierno.

 El veto al aumento de las jubilaciones y al presupuesto universitario fueron medidas impopulares entre los votantes que posiblemente apoyaron a Milei en el balotaje, lo que representa una señal de alerta para sus asesores.

Todo está por verse.

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