En diciembre de 2017, ante el incumplimiento de la empresa ALDIC en las obras de infraestructura prometidas para el barrio Tierra de Sueños 3, la Municipalidad de Roldán, liderada por José María Pedretti, solicitó en los tribunales provinciales la inhibición de la desarrolladora, cuya deuda superaba los 150 millones de pesos. Además, ese año el municipio inició una demanda por daños y perjuicios contra la firma.
A fines del año pasado, tras varias disputas políticas y la presión de un grupo de vecinos, el Concejo Municipal de Roldán aprobó un segundo acuerdo para resolver el conflicto legal con el desarrollador. Este convenio permitiría a los vecinos escriturar sus terrenos y les beneficiaría con una serie de obras públicas pendientes. La aprobación del acuerdo contó con el voto favorable de los concejales María Eugenia García (PJ), Carlos Graizzaro (PJ), Maira Leiva (PS) y Marcelo Cristiani (JxC).
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Posteriormente, la Municipalidad licitó la pavimentación de calles en Tierra de Sueños 3, con un presupuesto de 632 millones de pesos. "Estas acciones son fundamentales para mejorar la calidad de vida de los vecinos y se realizarán mediante licitaciones públicas y transparentes", destacó el intendente Escalante.
El proyecto abarca 22.000 metros cuadrados de pavimento asfáltico en el barrio, incluyendo el bulevar De La Esperanza (de Ibarlucea a San Sebastián) y el bulevar Funes (de De la Esperanza a Camino de la Legua). El acuerdo con ALDIC también incluye la provisión de materiales para el mantenimiento de calles, que ya permitió reparar tramos de León Tolstoi, Las Rosas, Borges y Ricardone. Sin embargo, estas vías se vuelven intransitables cada vez que lluve, lo que obliga a intervenciones recurrentes, incrementando los gastos de materiales y recursos municipales.
Después de la última tormenta, el municipio tuvo que realizar nuevamente trabajos en el bulevar La Esperanza, un nombre que muchos vecinos consideran irónico, ya que, pese a celebrar el acuerdo, han perdido la confianza en la durabilidad de las obras.
Para abordar estos problemas, el municipio designó un nuevo secretario de Obras Públicas. No obstante, la situación sigue sin resolverse, afectando tanto la confianza vecinal como los recursos municipales y dejando "La Esperanza" como una ironía en el nombre del bulevar.